El presidente del TSJB, Antoni Terrasa, dibujó ayer en Maó, al inaugurar oficialmente el año judicial, un panorama desolador en la Administración de Justicia de las Islas. Tras exigir al Gobierno más medios técnicos y humanos y un aumento de las infraestructuras, se refirió en concreto a la Audiencia de Palma y reveló que está al borde del colapso después de que el pasado año aumentara un 86% los asuntos pendientes, respecto a 2003, y que se duplicase el tiempo de respuesta al ciudadano.
«La Audiencia es el órgano más urgentemente requerido de implementación por lo que atañe a sus dos Secciones penales, y ello no sólo porque su dotación ha permanecido invariable durante los últimos cuatro años, sino especialmente porque todos los análisis estadísticos acusan signos marcados de fatiga estructural», dijo Terrasa, quien espera que «con carácter prioritario» se dote de un cuarto magistrado a cada una de las dos Secciones. También, indicó que la proporción de casi once jueces por 100.000 habitantes en Balears no se corresponden con la realidad debido al aumento de la población y del número de inmigrantes.