PEDRO PRIETO
El capuchino Magí Setó, con una misa concelebrada, se despidió en
la tarde-noche de ayer de sus feligreses, entre los que se
encontraban sus buenos amigos, los marginados. Por la mañana le
había llamado el obipo, para darle un cariñoso adiós. El viejo
profesor (fue director del centro Les Borges Blanques, de Lleida),
cocinero (hasta ayer cocino en el convento de Palma), fundador y
promotor del Pan de Sant Antoni y de la tienda SSIM, puso punto
final a una estancia de nueve años en Palma.
Esta mañana, a las diez, toma el barco con destino a Barcelona desde donde se desplazará a Tarragona, para ocupar su nuevo cargo de responsable de los Capuchinos de aquella localidad.
La de anoche fue una misa concelebrada en la que, a la hora de los parlamentos, intervinieron tres seglares. Magí dio las gracias a la Verge de Lluc y a todos aquellos que han colaborado con él. Nos recordó que los Capuchinos de Palma, al igual que el resto de iglesias, está cumpliendo con su doble misión de acogida material y espiritual. Y, en petit comité, lamentó no haber podido quedarse un año mas para conmemorar el regreso de la Orden al convento e iglesia de los Capuchinos de Palma, 70 años después de su salida por orden de Mendizabal.
A Magí Setó le deseamos mucha suerte en su nueva andadura.