Fornalutx vivió ayer, un año más, el tradicional «correbou», que concentró a un gran número de personas, muchos de ellos jóvenes que llegaron de toda la Isla. El toro, escogido la semana pasada por el alcalde Albertí y los concejales de Fornalutx en el Coliseo Balear, de nombre «Salerito», deleitó al público por su fuerza y bravura. «Salerito», de color negro y con un peso de unos 460 kilos, fue todo un reto para los valientes corredores que, el año pasado, lo tuvieron demasiado fácil con «Veranillo», de tan solo 170 kilos.
El toro llegó al pueblo por la mañana, y la gente que lo esperaba lo acompañó hasta la plaza del pueblo. El animal fue conducido y guiado por personal del Ajuntament hasta la plaza, donde fue coronado entre grandes aplausos con la tradicional corona de murta y flores. Después, el animal fue paseado por las diferentes calles, seguido de una gran multitud de gente. La carrera discurrió sin graves incidentes, aunque sí con algunas anécdotas y mucha ilusión y entusiasmo.
El Ajuntament había organizado un importante dispositivo de seguridad y sanitario para la fiesta. Las calles estaban mojadas debido a la lluvia caída, lo que hizo que tanto «Salerito» como algunos corredores patinasen diversas veces. Así, el toro enganchó a tres personas, pero ninguna de ellas sufrió ninguna herida de consideración ni tuvo que ser trasladada a ningún centro.
R. D.