El día de su cumpleaños, a los 80 años, George Turner, un inglés afincado en Mallorca, residente en sa Cabaneta, descubrió, como regalo de cumpleaños de su hija, que era adoptado. Fue en Puerto Portals, el pasado mes de enero, donde su hija le sorprendió con esta asombrosa noticia, que descubrió a través de una página de Internet. Nunca se lo había imaginado, aunque algunos rumores le llegaron a George con la muerte de sus padres adoptivos, pero hizo caso omiso de aquello.
Durante 27 años ha vivido en Mallorca y anteriormente lo había hecho en Londres. Curiosamente, en la capital inglesa, George trabajaba como ingeniero en las Fuerzas Armadas y cogía a diario el autobús número 77, del que su madre biológica era la revisora, totalmente ajeno a que aquella mujer era quien le trajo a este mundo. Pero las casualidades no terminan en tan sorprendente historia, y es que George tiene dos hermanas y un hermano; precisamente éste, llamado Peter, trabajaba en la misma unidad pero nunca se conocieron. Hasta ahora.
Así pues, tras descubrir que era adoptado, George se puso a buscar a su familia y localizó a su hermano y a sus hermanas. Su hermano viajó a Mallorca el pasado mes de abril, donde le comunicó que su hijo, y por tanto sobrino de George, vivía en Calvià, otra de las casualidades de la vida. Esta misma semana George ha podido conocer a sus hermanas, quienes llegaron a la Isla acompañadas de sus respectivos maridos.
Julián Aguirre