Los pasillos de los centros de Primaria y Secundaria de Palma se volvieron a llenar ayer de alumnos con libros y apuntes en la mano. Los temidos exámenes de septiembre han marcado el preinicio del nuevo curso escolar que está a punto de comenzar. Los nervios han vuelto a atacar a jóvenes pero también a profesores, ya que desde ayer éstos están planeando, punto por punto, los siguientes nueve meses lectivos.
Cada primero de septiembre se repite la misma historia. El verano, aunque formalmente termina el próximo día 21, ya ha acabado para todos los alumnos de Secundaria que suspendieron asignaturas en junio. Es la penintencia que tienen que pagar por no rendir durante el curso. Sus vacaciones han expirado para dar paso al inicio adelantado del curso. Recuperaciones, nervios y esperas para saber la nota.
Esto es lo que se respiraba ayer en el ambiente del, por ejemplo, IES Ramon Llull. Los bancos de la denominada 'Plaza del Tubo'y las escaleras de acceso al centro volvieron por sus fueros y se llenaron de estudiantes que acudían a realizar pruebas. Era todo un ritual matutino. Primero se buscaban en las listas, después, se reencontraban con sus compañeros, y más tarde, acudían al aula adecuada para enfrentarse al exámen. Una vez finalizado, a repetir el procedimiento con otra materia -si era el caso-, o a 'casita'.Marta Vila y Sandra Moreno, dos alumnas de 1º de Bachillerato, estaban un poco decepcionadas con el examen de matemáticas que acababan de realizar. «Me ha ido bastante mal, la verdad, ha sido muy difícil, me lo había estudiado todo, pero han preguntado lo más complicado», apuntó Marta.
«Mañana -hoy- hago el de Lengua Castellana, pero ése lo veo con más optimismo porque es la primera vez que me presento en septiembre y he tenido que estudiar de forma intensiva durante el mes de agosto», señaló. Por su parte, su compañera, Sandra Moreno, también pensaba lo mismo que su amiga. «Me ha ido muy mal, ha entrado medio temario del curso en el de matemáticas. Lo dejé todo para el final y ha sido más difícil de lo que pensaba», confesó.