Aunque previsiblemente habrá que esperar hasta el próximo lunes para que la totalidad de la clase política se incorpore a sus despachos, lo cierto es que este primero de septiembre marca el inicio de un curso político que, superado el ecuador de la Legislatura, presenta una características muy especiales.
Todos los partidos de Balears están aportando estos días sus valoraciones y, lógicamente, cada uno destaca lo que más le interesa. De lo que no cabe ninguna duda es de que este mes de agosto que queda atrás no ha sido como otros y que todo lo que ha pasado se traducirá en iniciativas parlamentarias.
El caso de Calvià primero (la utilización de un edil tránsfuga) y la compleja situación urbanística de ses Salines después, están poniendo a prueba las relaciones entre PP y UM. Pero todo eso, siendo importante, no debería llevar a perder de vista cuestiones de mayor calado: se está trabajando en la elaboración de una reforma estatutaria; sigue pendiente la concreción del convenio de carreteras, falta acuerdo para la financiación de estructuras básicas para Balears y es preciso compensar el déficit de la balanza fiscal.
Se avecina un periodo político interesante porque va a poner a prueba la capacidad de maniobra de unos y otros. Por eso sería deseable que se llegara a acuerdos en cuestiones fundamentales para Balears, salvando (y más con la mirada puesta en las elecciones de 2007 y la elección de candidaturas) las lógicas diferencias de los partidos.
El nuevo curso coincide además, con el estreno de la programación habitual de IB3. Será la hora de valorar si algunas críticas estaban justificadas o no.
Se alza el telón y se espera que todos estén a la altura. Por el bien de Balears.