Chiringuitos, windsurf, velomares, paracaídas, fruta, refrescos... Las playas son hoy mucho más que un espacio para tomar el sol y bañarse. Son auténticos centros de ocio donde podemos encontrar una amplia oferta, desde servicios de restauración hasta actividades deportivas, pasando por la oferta clásica de hamaca y sombrilla. Pero todo tiene un precio. Se tiene la tendencia a pensar que los precios en las playas son desorbitados, aunque la realidad muestra que éstos en la mayoría de los casos son muy razonables teniendo en cuenta que el cliente está en un lugar privilegiado.
En cualquier caso no hay un único precio en todas las playas, ni siquiera en la misma playa. El servicio más corriente en la mayoría de playas mallorquinas es el alquiler de sombrilla y hamaca. El precio lo pone cada ayuntamiento. En Alcúdia existen 3.600 hamacas que gestiona un equipo de 18 hamaqueros. Y su precio es de 3,35 euros por hamaca/día, A diferencia de otros lugares, en Alcúdia la sombrilla no se cobra. Según Joana Salort, hamaquera desde hace 8 años, el valor no ha subido desde la existencia del euro.
Según comenta, «no les debe parecer caro a los turistas porque muchos clientes reservan la hamaca para toda la semana». Sonia, Laura, Julie y Emmanuele están recién llegadas a la isla y ya han pagado la novatada. No han alquilado hamaca pensando que era más cara. Lo que sí les ha parecido caro son los 3 euros que han pagado por un trozo de sandía a un vendedor ambulante. Si hay un negocio vinculado irremediablemente a la playa, ése es el chiringuito. Además, es el lugar ideal para ver cómo está la inflación en la playa respecto a otros bares de segunda o tercera línea.
Tolo Llabrés