En cuestión de carreteras, la anchura de calzada sí importa. Es más, a simple vista se convierte en la diferencia esencia que existe entre una carretera desdoblada, como la de Palma a Manacor, y una autopista, como la de Palma a Llucmajor. La reciente apertura de estas dos vías -la primera de ellas hasta el municipio de Algaida- permite a los ciudadanos comprobar de forma fehaciente la diferencia de modelos viarias.
La anchura de calzada es la diferencia más evidente. En el caso de la autopista entre s'Arenal y Llucmajor, la mediana que separa los carriles de ida y vuelta mide doce metros, a los que hay que sumar además dos metros correspondiente a la anchura de los arcenes interiores. En el caso del desdoblamiento entre Palma y Algaida, la mediana mide un metro como norma general, si bien en algunas zonas incluso puede ser inexistente.
La diferente anchura de la mediana tiene consecuencias directas en el ancho global de la calzada. En una autopista, como la que llega hasta Llucmajor, la sección del tronco principal da una anchura general de 34,5 metros. El desdoblamiento hasta Manacor tiene una anchura de ocupación de vía asfaltada de 22 metros.Esta es la razón fundamental que llevó al Pacte de Progrés a apostar por los desdoblamientos frente a las autopistas, aunque finalmente no pudiera ejecutar ninguno de los proyectos debido a los constantes desencuentros con el Gobierno central a la hora de fijar la financiación de las carreteras. A pesar de que el gobierno del Pacte no pudo tampoco llevar adelante el desdoblamiento hasta Manacor debido además a las discrepancias internas entre los partidos, Unió Mallorquina ha decidido continuar con este modelo a la hora de diseñar la nueva vía de enlace entre Palma y el municipio de Manacor.
La anchura del tramo construido hasta Algaida y el construido hasta Llucmajor no es la única diferencia sustancial que existe entre ambos modelos. Las autopistas suponen una mayor ocupación de terreno porque la vía es más ancha y, sobre todo, porque los accesos a las vías colindantes no pueden hacerse directamente desde la calzada principal. En las autopistas y autovías no hay accesos a las fincas colindantes, cosa que sí sucede en las vías desdobladas.