La Conselleria de Salut i Consum ha realizado este año tres inspecciones en establecimientos de tatuajes y piercings, a raíz de otras tantas denuncias, una de las cuales dio lugar al cierre de uno de los locales, ubicado en el centro de Palma, por incumplimiento de los requisitos higiénicos y sanitarios que establece el Decreto 43/2003 del Govern. El segundo caso se saldó con una sanción por la alergia motivada en un paciente y en el tercero se abrió un expediente disciplinario por una reacción irritativa.
Así lo informó ayer el director general de Evaluación y Acreditación de la Conselleria de Salut, Jaume Orfila, con motivo de la presentación de la campaña que el Govern ha puesto en marcha para alertar a los jóvenes de los riesgos de ponerse piercings y tatuajes sin las debidas precauciones higiénicas y recordar las normas que rigen a los locales y profesionales.
La campaña se desarrollará mediante anuncios en prensa y radio y a través de carteles y folletos informativos con el lema «Si controlas tu imagen, controla tu salud. Márcate con garantías».
Orfila señaló que la aplicación de tatuajes y piercings, una moda que practica el 20% de la población universitaria, puede ocasionar problemas de salud puntuales localizados como alergias a tintas y metales, inflamaciones por la acción de las agujas o infecciones bacterianas cuando la zona o el material no han sido esterilizados.
Pero los riesgos más graves, aunque no hay constancia de ningún caso, son los de inoculación de gérmenes capaces de generar una enfermedad «sistémica y general». En este sentido, indicó que la reutilización de material o la falta de limpieza puede provocar el contagio del tétanos, hepatitis B y C o el virus del sida.