No era una fiesta sorpresa, ni mucho menos, pero el 'sa rao' se gestionó con el máximo sigilo. El propio president se encargó de invitar a unas 300 personas, casi todas ellas vinculadas al PP, para celebrar Sant Jaume en el restaurante Son Termens. Por primera vez, el president reunía a tanta gente y amigos el día de su onomástica. Y no faltó prácticamente ningún alto cargo del PP. Poco antes de las 20.00 horas fueron llegando los invitados. Los consellers Jaume Font -que también celebraba su santo- llegó acompañado por su esposa, al igual que Joan Flaquer. Rosa Estaràs coincidió en la puerta con el homenajeado, Jaume Matas, quien llegó a las 20.15 horas junto a su esposa, una deslumbrante Maite Areal. Entre los invitados había alcaldes de la mayoría de los municipios de Mallorca, concejales del Ajuntament de Palma, directores
generales del Govern, diputados autonómicos y consellers del Consell de Mallorca, así como personas del gabinete del president. En Son Termens estuvieron presentes Albert Candela, Joan Martorell, Dulce Linares y Xesca Pascual, edream team de Presidència. Cuando Matas llegó al patio de Son Termens, los invitados aplaudieron al president, quien brindó con cava acompañado por su esposa, Maite Areal; la vicepresidenta, Rosa Estaràs, y Pere Rotger, president del Parlament.
La fiesta incluía una cena fría que se sirvió mientras los invitados disfrutaban de la velada al aire libre en Son Termens. Tras la cena, no faltó el karaoke, una de las especialidades del president. Otro de los secretos mejor guardados de la fiesta era el regalo que le hicieron a Jaume Matas. Una vez más, Aina Coll se encargó de recaudar el dinero y comprar el obsequio, una espectacular bicicleta de mountain-bike.
Juan Mestre