A causa de la encalmada que reinó sobre el campo de regatas en el momento en que ésta iba a dar comienzo, tuvo que retrasarse. Es más, sobre todo los legos en la materia, pensábamos que, o eso iba para largo, o que se suspendía. Pues fue lo primero. Y encima no tan largo, pues la demora resultó más bien poca. ¡Menos mal!
A todo esto, el campo de regatas se puso como en los días de los grandes acontecimientos. A tope de barcos. Por una parte, los regatistas, alineados -y desalineados también- frente a las boyas de salida. Por otro, los curiosos en sus embarcaciones a una distancia más o menos prudencial de la línea de salida; y los periodistas, que nos entreteníamos echando un vistazo a través de los 'tubos' (objetivos), viendo lo que pasaba en las cubiertas de los barcos. ¿Que qué vimos? Vimos, por ejemplo, a Iñaki Urdangarín charlando en la cubierta del «Azur de Puig» con los tripulantes. En otra embarcación, la Ono, creo, andaba Àlvaro de Marichalar comiéndose una manzana. De pronto apareció la «Somny», y en ella el rey de Noruega, Harald, que como está convalenciente de un operación -aunque hay que decir que se le vió con muy buen aspecto- este año no regatea, por lo que tiene que conformarse con mirar. Y eso es lo que hizo. Observar.
A todo esto, mientras los barcos iban ocupando posiciones y las tres chicas de la zodiac no paraban de servir chupitos a quienes andábamos por allí, entró en los aledaños del campo de regata la gomonne del «Azur de Puig», a bordo de la cual iban la Reina, su hija, la infanta Cristina, y los tres hijos de ésta. Pero la noticia tendría lugar por la tarde. O mejor dicho, la foto esperada. Serían las cinco cuando apareció en Puerto Portals doña Letizia, princesa de Asturias, vestida con pantalón blanco, blusa estampada y llevaba un bolso en forma de cestita. Se reunió con su esposo, don Felipe, quien salió a recibirla entre una nube de fotógrafos. A continuación, entraron en el Flanigan a degustar la paella que se había preparado para los regatistas. Doña Letizia luce embarazo. Algo más tarde llegó la Reina. Asistiría con su nuera, su hijo y su esposo a la entrega de premios de la Regata Breitling. Esa, la de los cuatro, fue, sin duda, la foto. La esperada, ya decimos.
Pedro Prieto