M. G./N. D.
Las obras de reconversión del Hospital Militar en un centro de
atención a personas enfermas de Alzheimer han provocada una
polémica urbanística entre el Govern y el Consell de Mallorca. La
institución insular asegura que el Govern debía haber solicitado
permiso de Patrimoni para iniciar la rehabilitación ya que se trata
de un edificio protegido con la declaración de Bien de Interés
Cultural (BIC).
La consellera de Presidència, Rosa Puig, aseguró, por su parte, que este informe de los servicios de Patrimoni del Consell no es necesario ya que el edificio donde se están llevando a cabo los trabajos no está afectado por la declaración de BIC, protección que tan sólo afecta a un edificio anexo que no es propiedad del Govern.
El conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens, señaló ayer que está a la espera de que los servicios técnicos elaboren un informe después de que un inspector visitara el pasado miércoles el edificio. En cualquier caso, reiteró que tanto el edificio al que aludió Puig como el que está siendo rehabilitados son BIC y están catalogados por el Ajuntament como edificios protegidos.
La consellera de Presidència achacó a «una confusión» las acusaciones del Consell de Mallorca, «que quizá ha consultado planos antiguos», ya que «la parte declarada Bien de Interés Cultural no fue adquirida por el Govern y allí, por tanto, no se están realizando obras de ningún tipo».