Los más de 150 niños saharauis que han venido a pasar el verano en casas baleares disfrutaron, ayer por la tarde, de la fiesta de bienvenida que organizó en Ses voltes l'Associació d'Amics del Poble Saharaui de les Illes Balears. También participó el Govern balear y el Ajuntament de Palma. Cada familia de acogida colaboró llevando comida y refrescos. Los niños se divirtieron cantando y bailando con los payasos Cucorba. Xavier Fortuny, presidente de la Associació d'Amics del Poble Saharaui de les Illes Balears, comentó que «esta fiesta, por una parte, es para celebrar la bienvenida de los niños, pero también tiene un sentido reivindicativo, se quiere concienciar a los que no conocen la situación de este pueblo». Julio Raneda, el vicepresidente de dicha asociación insistió en que «hay que exigir al Gobierno español una postura más activa en el problema del Sáhara; la que tiene ahora es muy ambigua».
Ovalad Moussa, delegado del pueblo saharaui en Baleares, asistió a la celebración y explicó que «158 niños es número aceptable porque esta cantidad ha ido evolucionando en los últimos años». Famitu es una niña saharaui de 10 años que lleva 5 años viniendo a Mallorca. Ella está muy agradecida de las familias que ha tenido y dice que lo que más le gusta de la isla es el mar. También fue participe de esta fiesta de bienvenida la asociación Escuela en Paz que se encarga de traer niños saharauis para darles una educación mejor que la que pueden recibir en su país. Actualmente 37 niños saharauis están recibiendo una educación en Mallorca gracías a dicha asociación. Magdalena Rosselló lleva desde el año 1999 acogiendo niños saharauis e intercambiando con ellos todo tipo de vivencias. Ha tenido tres niños y con todos mantiene el contacto. Ha estado 2 veces en el Sahara y quiere volver.
«Son como mis propios hijos, forman parte de mi persona, de mi familia, de mi vida» afirmó, y añadió que «después de 30 años ya es hora de que les devuelvan su país; ya es hora de que no vengan como refugiados».
Juanjo Buendía