La palabra «ilusión» fue, seguramente, la más repetida ayer en el acto de entrega al arquitecto Patxi Mangado (Pamplona, 1957) del premio por haber sido el ganador del concurso convocado por el Col.legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) para diseñar el Palacio de Congresos. El acto, presidido por la alcaldesa, la popular Catalina Cirer, y por el presidente del Govern, el popular Jaume Matas, se celebró en el salón de plenos de Cort. Cabe recordar que el anteproyecto presentado por Mangado fue el elegido finalmente, el pasado 14 de junio, entre las ocho propuestas finalistas que optaban a ganar el concurso. El resto de candidatos eran Rafael Moneo, Juan Navarro, Richard Rogers, Eduardo Souto, Dominique Perrault, Carlos Meri y Antoni Barceló.
En sus sentidas palabras de agradecimiento, Mangado indicó que el término que mejor puede expresar el modo en que nace «este proyecto emblemático» es «ilusión»: la de los palmesanos, la de la ciudad y la suya propia, «una ilusión de futuro». «Por mi parte, puedo garantizar ganas, intensidad y esfuerzo», indicó, tras haber dicho que en Palma ya se siente «como en casa» y tras haber hecho una reflexión sobre cómo debería ser la labor de los arquitectos. Previamente, Cirer había señalado que empieza ya a tomar forma «lo que hasta ahora había sido un sueño», e igualmente quiso agradecer el esfuerzo realizado por todas las personas que habían hecho posible que se llegase a una jornada como la de ayer. «Se ha demostrado, una vez más, que la unión hace la fuerza», dijo, y señaló que el nuevo Palacio de Congresos será un edificio muy importante para la ciudad. En el mismo sentido se expresó Matas, quien indicó que el futuro edificio será «el más importante que se ha construido en Palma en décadas», además de señalar que contribuirá a la desestacionalización turística y que será «un icono de la modernidad que queremos».Los ciudadanos podrán visitar, a partir de hoy, la exposición en la que se han reunido los ocho anteproyectos finalistas, en la sede del COAIB, en la calle Portella, así como la exposición en la que se han reunido las maquetas de los anteproyectos, que estará ubicada en el zaguán de Cort hasta el 11 de septiembre. Ambas exposiciones fueron inauguradas ayer por la tarde, con la particularidad de que las maquetas se ubicaron, aunque sólo ayer, en la Plaça de Cort, en donde tuvo lugar un cóctel con amenización musical en medio de un ambiente muy distendido y festivo, quizás porque casi todos los asistentes habían interiorizado y hecho también suya la «ilusión» propugnada por Mangado, tal vez, porque, como escribiera el filósofo Julián Marías, la ilusión es ya, en cierto modo, una forma de felicidad.