La sexta edición de la Vuelta a Formentera a Nado por la Fibrosis Quística culminó ayer con la llegada de los doscientos nadadores al puerto de la Savina, donde fueron ovacionados por sus propios compañeros, la organización y el numeroso público que se congregó en el muelle de la Marina de Formentera para dar la bienvenida a los protagonistas de esta causa solidaria.
La imagen que mejor reflejaba la satisfacción, pero también la dureza que supone dar la vuelta a Formentera nadando, la protagonizó Patxi, un afectado de fibrosis quística a quien fueron trasplantados los pulmones hace tres años y que ayer, al concluir su segunda vuelta a nado, miraba al cielo haciéndose el muerto sobre las aguas interiores de la Savina. Después, más relajado, confirmaba su intención de volver el próximo año y los años que hiciera falta, sumándose a una iniciativa tan importante como lo es ésta.
Otro de los momentos emotivos fue cuando todos los nadadores se lanzaron de nuevo al agua para hacer un pasillo de bienvenida al equipo sueco de afectadas por la enfermedad, grupo que por primera vez había acudido a Formentera y que se ganó el afecto y la simpatía de cuantos pudieron departir con ellas a lo largo de estos tres días.
Guillermo Romaní