Tres generales, dos de brigada y uno de división, prestan sus servicios en otros tantos lugares de España. Cardona Torres, general de brigada, en Alicante, al frente del Mando de Operaciones Especiales, además de comandante militar. Coll Benejam, también general de brigada, en Jaca (Huesca), mandando la Brigada de Cazadores de Montaña «Aragón I». Y Coll Bucher, general de división, en Burgos, al frente de la Division Mecanizada «Brunete 1».
A través de la oficina de prensa de la Comandancia General de Baleares concertamos las entrevistas, y lo más difícil, coordinamos los encuentros, pues, como hemos dicho, los tres están en otras tantas ciudades distantes muchos kilómetros entre sí, sobre todo Alicante y Jaca, unos 700.La fortuna está de nuestro lado, pues los tres tienen fechas libres correlativas: martes, el de Alicante, miércoles, el de Jaca y jueves, el de Burgos. Todo va bien el primer día, al igual que el segundo, no así el tercero, pues el general de división Coll Bucher debe estar el miércoles por la noche en Toledo, lo que nos obliga a viajar en el mismo día desde Jaca a Burgos vía Pamplona y Vitoria, unas cuatro horas en coche. Llegamos a la capital de la tierra del Cid con el tiempo justo, pero suficiente para entrevistar al general que nos atiende -como los otros dos- magníficamente. Al general de división Coll Bucher no tenía el placer de conocerle. Estuve a punto cuando mandó el contingente español en Irak, pero por aquel entonces las cosas se pusieron tan feas, que Defensa recomendó no ir. Es más, canceló todos los permisos para ir, entre ellos el nuestro.
A los otros dos sí, los conocía. Con el ibicenco Cardona Torres coincidí una mañana en la ría de Arosa, cuando lo del chapapote. Por aquel entonces era coronel y, si no estoy equivocado, era el jefe del Regimiento de Infantería Ligera Aerotransportable «Isabel la Católica», en Figueirido (Pontevedra). Recuerdo que le juntamos con los voluntarios ibicencos de Protección Civil que se habían desplazado a Galicia a limpiar las playas de chapapote. Fue un encuentro fugaz que el otro día recordamos.