Santanyí vivió en la víspera de Sant Joan su noche más mágica. Después de once años de su recuperación, los cotoners y Sant Joan Bautista danzaron sus bailes tradicionales en el centro de la plaza Major del pueblo.
Los ocho niños vestidos con la vestimenta de los cotoners danzan acompañados de dos figuras femeninas, representadas como las damas, así como un abanderado y dos pequeños más con las mazas. La figura de Sant Joan Bautista centró todas las miradas puesto que es la figura central de esta antigua danza. Este año, Sant Joan ha sido encarnado por un niño santanyiner de seis años, Josep Sansó. Unas danzas que están cargadas de simbología cristiana, pero en la que no faltan tintes de lo profano. Unos límites entre lo religioso y lo laico que, a veces quedan desdibujados. En los cotoners, edimoni también es una pieza fundamental. De hecho, la pieza más espectacular es el momento en que Sant Joan Bautista derrota adimoni y lo tumba en el suelo, simbolizando el triunfo del bien sobre el mal.
Después del baile de la Oferta en la misa de Sant Joan, los cotoners, acompañados por Sa Batucada, un grupo de jóvenes que tocan varios instrumentos de percusión, danzaron algunas piezas fundamentales de su repertorio como s'Entrada, ses Sintes, ses reverències, es rotlet, e ball de Sant Joan, el ball dels bastons y finalmente, el combat con edimoni.Todos los cotoners son niños del pueblo que tienen edades comprendidas entre los seis y los diez años. De hecho, proceden de los cursos de catequesis que imparte la parroquia de Santanyí.
Según el protocolo de los cotoners, estos danzarines sólo salen por Sant Joan. No obstante, si algún día se bajara la Mare de Déu del santuario de Consolació al pueblo, los cotoners también podrían salir a danzar en su honor.
La primer documentación escrita que se tiene de los cotoners se remonta a 1894. La cita dice que durante este año se compraron sus zapatos.
Caterina Veny