El uso del cinturón previene entre el 40 y el 50 por ciento de las lesiones graves y mortales en los accidentes de tráfico, porcentaje que se eleva hasta el 60 por ciento si se emplean los dispositivos de seguridad adicionales, pero es imposible proteger a velocidades superiores a los 120 kilómetros por hora. Así lo explicó el responsable del Departamento de Análisis de Accidentes del Centro de Investigación y Desarrollo de Automoción de Valladolid, David Pedrero, en el XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Pedrero destacó que este tipo de siniestros representan la primera causa de muerte y discapacidad en personas de menos de 45 años.
La experta en promoción de la salud del Centro de Salud de Alzira Rosana Peiró comentó por su parte que su departamento ha comprobado que los municipios en los que los ayuntamientos no ejercen presión a los motoristas sobre el uso del casco se triplica la gravedad de las secuelas de los accidentes de tráfico con motos.
En el mismo congreso se destacó además el hecho de que sólo el 10 por ciento de las personas que sufren un ictus cerebral o un infarto de miocardio son atendidas dentro de la primera hora transcurrida desde su indisposición, en la que el porcentaje de supervivencia es muy importante, al igual que las posibilidades de minimizar las secuelas posteriores.