El Plan de Eficiencia Energética, elaborado por la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia, establece que los inmuebles de nueva construcción estarán obligados a contar, a partir de 2006, con una certificación energética, lo que permitirá al potencial comprador conocer cuáles son las posibilidades reales en ahorro de energía de la vivienda o edificación.
El plan, que fue presentado ayer por el conseller, Josep Juan Cardona, y por el director general de Energia, Jaume Sureda, también fija una cuota mínimade energía solar (térmica o fotovoltaica) en los edificios de nueva construcción, aunque los máximos en el alcance de esta medida deberán ser determinados por las respectivas normativas municipales. En este sentido, la consellera asesorará a los ayuntamientos e intentará acordar convenios con los promotores-constructores.
Estas iniciativas se enmarcan en el objetivo global del plan, que es reducir la intensidad energética (consumo global de energía dividido entre el Producto Interior Bruto) de Balears un 1 por ciento anual hasta 2015. Conseguir este objetivo supondría un ahorro de 2,1 millones de kilovatios/hora y bajar las emisiones de dióxido de carbono en 14 millones de toneladas.
El plan se dirige a los sectores de la Administración, industrial, residencial, comercio, turismo y transportes. Entre otras medidas, en la Administración se fijará una cuota de energías renovables en las viviendas de protección oficial; en turismo, se fomentarán sistemas eficientes que pueden ahorrar hasta un 30 por ciento de energía y se realizarán auditorías energéticas; y en transportes, se impulsará la conducción eficiente y también se emitirán certificados de eficiencia para los vehículos.