Joan Carles Palos (Everest)
A primera hora de esta mañana, un vuelo de la compañía Yeti
Airlines ha trasladado a la expedición mallorquina y todo su
equipaje de Lukla a Katmandú. De esta manera, Oli y los dos Tolos
han dicho adiós definitivamente a sus dos meses de presencia en la
región del Solu-Khumbu, en el corazón del Himalaya. Hoy mismo, los
expedicionarios se reencontrarán en la capital del Nepal con
Jopela. Éste es, sin duda, uno de los momentos más esperados del
viaje y también el más emotivo. El añorado compañero se vio
obligado a abandonar el campo base el 28 de abril por un principio
de edema pulmonar.
Su estancia de una semana en el hospital de Periche no fue suficiente para recuperarse, y tuvo que tomar la decisión definitiva de viajar a Katmandú para ponerse en manos de especialistas. La sorpresa fue que finalmente le detectataron una neumonía, de la cual parece haberse recuperado completamente. El estado de salud del escalador ha sido motivo de preocupación permanente para Oli y los dos Tolos. Hoy, todos ellos esperan ansiosos reencontrarse con su compañero de cordada para comprobar su total recuperación.
Jopela tiene 50 años y es fontanero de profesión. Su carácter carismático -un poco peculiar y, a ratos, incomprendido- le ha hecho muy conocido y apreciado dentro del mundo del alpinismo isleño, aunque un problema de columna -de la cual ha sido operado dos veces- ha limitado su actividad en los dos últimos años. Conviene recordar que, antes de sufrir la complicación pulmonar, el expedicionario ya se resentía de esta dolencia. Sin embargo, el día de hoy es un día de reencuentro de viejos amigos. Una jornada en la cual Oli, los dos Tolos y ahora también Jopela tendrán muchas cosas que contarse.