Un «punto negro» menos en la red viaria de la Isla. Ayer, el Consell de Mallorca inauguró la rotonda construida en la intersección de la carretera de s'Aranjassa y el Camí de sa Síquia, un cruce peligroso en un curva donde los accidentes se repetían cada día.
En esta intersección confluyen diariamente 20.000 vehículos y distribuye el tráfico hacía la carretera de Manacor, Platja de Palma y Llucmajor por s'Aranjassa. La rotonda consta de carriles cero que permiten el acceso directo sin incorporarse a la rotonda desde la carretera de Manacor en dirección a Ciutat y también en la dirección de Palma a Llucmajor por la vía de s'Aranjassa. Asimismo se ha dotado de iluminación, se han soterrado las líneas eléctricas y se han sembrado plantas autóctonas.
El proyecto también ha incluido la restauración de un molino que ha quedado integrado en el paisaje. Y para completarlo, se ha instalado una escultura del artista Miquel Sarasate dedicado a los ingenieros técnicos de obras públicas. En total, la inversión ha ascendido a 1,3 millones de euros. No faltó al acto de inauguración la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, quien destacó que «estas obras son un compedio de una filosofía de vida, de cómo debe ser la Mallorca del futuro».