Tras más de diez años parado, «Campanilla» volvió a saltar al ruedo ayer en la finca de Son Russinyol, ante un público formado por amigos y amantes de la tauromaquía. La fiesta empezó con una gran fideuà, y poco a poco el ambiente se fue calentando al son de varios pasodobles. «Estoy muy contento por torear, más de diez años después, aunque la verdad, hubiera preferido hacerlo en Muro, mi pueblo natal. No poder matar al toro es un problema, pero espero que Dios me ayude y poder culminar esta fiesta de retorno con unos buenos pases y algún salto de la garrocha», explicó mientras aficionados y aficionadas lo reclamaban para hacerse una foto junto a él.
La falta de permisos para matar a los toros impidió que el festejo por la tarde acabara con alguna oreja para «Campanilla», que se efrentó a un novillo de 400 kilos y a un toro de 480.
Vestido con traje campero y armado con un buen capote, «Campanilla» dio la vuelta al ruedo y se emocionó con el calor de todos los amigos que quisieron acompañarle. Estuvieron, entre otras personalidades, el presidente-editor del Grupo Serra, Pedro Serra; el director de Diari de Balears, Miquel Serra, el actor Simó Andreu; la concejal de fiestas del Ajuntament de Palma, María José Frau, y otros concejales del Ajuntament, así como el organizador de la corrida de toros, Gabriel Vanrell. M.M.