Dos años después de las elecciones autonómicas, y en pleno ecuador de la legislatura, la situación política de Balears presenta un panorama muy claro para el PP y muchos interrogantes para las fuerzas de izquierdas. Matas camina con paso firme hacia una nueva mayoría absoluta. Mientras tanto, sus oponentes siguen sin decidir cuales serán los futuros candidatos autonómicos. En estos momentos, Matas marca la pauta política en el ámbito autonómico. Si hoy se celebrasen las elecciones, el resultado podría ser similar al registrado el 25 de mayo de 2003. Pero el PP no se conforma con los 30 diputados obtenidos hace dos años. Matas aspira a arrebatar a la izquierda el Consell de Menorca y, si es posible, obtener mayoría absoluta en Mallorca. Es decir, el president del Govern quiere conseguir dentro de dos años un resultado histórico para poner punto y final a su carrera política en Balears. Matas dejaría al PP con una mayoría absoluta muy holgada y su más que previsible sucesora -Rosa Estarás- estaría en una situación privilegiada para mantener el poder en Balears. Estos son los planes de Matas. El líder del PP, que hace poco más de dos años creía prácticamente imposible obtener la mayoría absoluta, ni se le pasa ahora por la cabeza no repetir un resultado similar en las próximas elecciones. La maquinaria electoral del PP está prácticamente en marcha para obtener otro resultado histórico. Ese es el gran reto de Matas.
Durante estos dos años, la gestión del Govern de Matas ha marcado la pauta política de la Comunitat. A lo largo de estos 24 meses, la gestión del Govern de Matas ha estado marcada por el impulso de infraestructuras y por las iniciativas de los distintos departamentos. Sin embargo, la victoria inesperada de los socialistas en las elecciones generales obligó a Matas a cambiar el guión político. El president del Govern, que durante sus primeros meses de gestión tuvo las puertas abiertas en Madrid, se encontró inesperadamente con un Gobierno central de otro color político. La falta de sintonía Balears-Madrid ha sido una constante durante el último año.
No obstante, los primeros dos años de Matas han sido un camino de rosas para el president, pese a las previsibles protestas por la construcción de nuevas autopistas y por la decisión del gabinete autonómico de incrementar el endeudamiento. En cambio, la situación de las fuerzas de la oposición presenta muchos interrogantes.