El tráfico quedó ayer colapsado entre las tres y las seis de la tarde en toda el área de influencia de las obras del tercer carril de la autopista de Inca. Al parecer, fue la decisión de un ingeniero, tomada sin previo aviso, de iniciar unas obras de asfaltado lo que provocó el caos. El colapso circulatorio alcanzó también a la calle Aragón y llegó incluso hasta Marratxí.
A las tres de la tarde se apostaron en la autopista de Inca, en el tramo en el que se construye el tercer carril, las máquinas de asfaltado, lo que limitó drásticamente la circulación en la zona. Ni la Guardia Civil ni la Policía Local de Palma tenían conocimiento de estas obras. De hecho, la única obra prevista en la autopista tenía que llevarse a cabo la noche anterior, con el cierre de la circulación en el acceso al Polígono de Son Castelló por el encofrado del puente.
Ante la magnitud del atasco, la Guardia Civil ordenó retirar la maquinaria y paralizar las obras mientras la Policía Local intentaba reducir el caos. La normalidad se recuperó a las seis de la tarde.