Las discrepancias en el Colegio de Enfermería de Balears no han hecho más que empezar. Mientras la junta de gobierno que preside Dolors Forteza defiende la legalidad de sus acciones, incluido el hecho de que la presidenta tenga un sueldo del propio colegio, la oposición critica la falta de transparencia de la nueva directiva colegial.
Tal y como ya adelantó Ultima Hora en abril las discrepancias surgieron en la última asamblea cuando un grupo de enfermeros votó en contra del proyecto de presupuesto de 2005 que preveía unos ingresos de 939.000 euros y unos gastos de 860.000 euros. Y también contra la aprobación de la cuentas del año pasado, a pesar de que arrojan un superávit de 187.000 euros.
Este mismo grupo mostró su malestar por el hecho de que la presidenta trabaje contratada por el colegio y que está decisión haya sido aprobada por la junta de gobierno sin pasar por la asamblea de la junta general colegial. Por todo ello Miquel Reynes, en representación de un grupo de enfermeros, presentó, el 12 de mayo, un recurso en el que se solicitaba a la Comisión Permanente del Consejo General de Enfermería de España la «anulación de la nueva convocatoria de junta general y de los acuerdos que pudiesen llegar a tomarse a través de este organismo».