Pedro Prieto (El Rocío)
Fue un día histórico en El Rocío. Una pareja de Mallorca, vestida
con la ropa tradicional de la Isla, concretamente con la de payés,
asistió a la presentación oficial de la Hermandad del Rocío de
Palma de Mallorca, portando la bandera de Mallorca, con la basílica
de El Rocío como telón de fondo. Una imagen nunca dada en la aldea.
Por ello, la también mallorquina -del Coll, para ser más exactos-
Aina Estarellas Garcías, que desde hace ocho meses vive en Málaga,
que es de donde es su esposo, mecánico de vuelo jubilado, de
Spantax, «aunque en Mallorca sigue nuestra hija, Aina», se
emocionó, y de qué manera, viéndolos desde el balcón de su
casa.
«Como le he dicho, desde hace 8 meses vivimos en Málaga, y desde el viernes pasado estamos en El Rocío en la casa de la peña Virgen de la Alegría, a la que pertenece mi marido, y de verdad que me he emocionado muchísimo viendo a estos dos mallorquines portando la bandera de Mallorca aquí. Sin renunciar a nada de mi tierra, a la que llevo en el corazón, invito a mis paisanos a que se hagan de esta hermandad y a que vengan con ellos a El Rocío. Es una fiesta bellísima», señaló. Lo cual es así, efectivamente, fiesta en la que participan hombres y mujeres, sobre todo gente joven, incluida la gente menuda, sin duda la mejor cantera de las hermandades.
Anteanoche celebramos el cumpleaños del presidente, a quien deseamos que cumpla muchos más. Eso fue después del rosario que rezamos en la casa de la plaza, porque, ya decimos, este Rocío nada tiene que ver con el tomatero y salsarrosero de la televisión. Ayer por la mañana, de nuevo con las mejores galas puestas, nos fuimos a la plaza de la ermita de El Rocío, a misa. ¿Cuánta gente habría allí ...? Mucha. Más o menos como aquel viernes, cuando dijimos adiós al Papa, en la plaza de San Pedro, hace unas semanas. Varios cientos de miles. Eso, además de 103 hermandades.