Willy Benegas (Buenos Aires, 1968) es, hoy por hoy, una de las figuras más populares en el mundo del Everest. Por su carácter dinámico y emprendedor en todo tipo de rescates y fijando cuerdas en los tramos más comprometidos, podría decirse de él que es el «sherpa blanco» del campo base. Aunque está plenamente convencido de que la gran montaña se ha convertido en un circo, su trabajo es subir a gente sin ningún tipo de experiencia alpina hasta el techo del mundo. Así, actualmente trabaja para «Mountain Madness» como guía de una expedición comercial. Junto con su hermano Damián forman los «Patagonian Brothers», empresa con la que se ganan la vida organizando trekkings por todo el mundo y que toma nombre de la zona donde se criaron de pequeños.
-Mucha gente acusa a las expediciones comerciales de
desprestigiar el espíritu alpino. ¿Qué opina?
-Es relativo. Por una parte es cierto que ayudamos a subir a gente
que no tiene ningún tipo de experiencia y que ha pagado un dineral
para hacer cima en el Everest. Pero gracias a nuestra intervención,
son muchos los clientes que hacen realidad sus sueños de escalar
grandes montañas. Incluso a algunos el Everest les ha cambiado la
vida, han abandonado su trabajo y ahora se dedican plenamente al
alpinismo.
-¿Qué piensa de «la fiebre de la cima»?
-Que muchos de los que llegan aquí lo hacen empujados por ese
dolor. Pero la gente tiene que entender que la cima sólo es el
premio a todo un proceso. Es cierto que la presión de los espónsors
y de los clientes hacen subir rápidamente la fiebre de la cima,
pero nuestra responsabilidad es hacer entender que la montaña es un
estilo de vida.
-O un negocio
-Como negocio es poco rentable, al menos para nosotros, los guías.
La montaña es una pasión que nace en mi familia, donde mi padre era
un gran montañista. De alguna manera es una cosa genética. Para mí
la montaña es un estilo de vida, poner la mano sobre la piedra me
da energía.
-¿Cree en Dios?
-Creo en la vida y en la naturaleza. Aunque en este deporte existe
un componente espiritual muy importante, no creo en Dios. Solo creo
en la Ley de la Montaña, la de la solidaridad y del compañerismo.
En la montaña todos somos hermanos. Mire, en este sentido he de
reconocer que admiro la cultura alpina española porque es muy pura
y se transmite desde la infancia, no existe en ningún otro
país.
-Una parte importante de este negocio son los sherpas.
¿Qué concepto tiene de ellos?
-Los sherpas son personas increíbles, los considero mis hermanos.
He aprendido muchas cosas de ellos.