El director general de Administración e Inspección Educativa indicó que no se observa una «clara correspondencia» entre la lengua elegida para la primera enseñanza y la lengua familiar, sino que indicó que existe un alto porcentaje de familias que «prefieren completar la socialización de sus hijos mediante la elección de la lengua complementaria en la escuela».
De los once centros participantes, nueve dedican al programa entre 6 y 11,5 horas semanales y dos experimentan con grupos bilingües, siempre respetando el decreto de mínimos que garantiza que al menos el 50 por ciento de la enseñanza ha de ser impartida en catalán. Las programaciones didácticas han sido mayoritariamente elaboradas entre los tutores de los niños y los maestros de apoyo dedicados al programa de aprendizaje de la primera lengua. Los modelos de actuación más utilizados han sido grupos flexibles y desdoblamientos, según informa la Conselleria d'Educació.
Juan explicó que siete inspectores han realizado un seguimiento trimestral de evaluación en los once centros participantes, los cuales han realizado una «valoración satisfactoria» del funcionamiento del programa. De igual forma, el director general de Administración e Inspección Educativa afirmó que tanto el profesorado, como los centros y también las familias, a quienes les han realizado sondeos periódicos, han manifestado su satisfacción por el funcionamiento del programa.