Ayer no fue un lunes normal. Por una vez, dejó de ser un día odiado y pasó a ser un día de diversión y tranquilidad. Así fue para algunas personas que pudieron disfrutar de este festivo realizando distintas actividades. Aunque el día amaneció soleado, poco a poco la neblina fue tapando sus rayos y el viento hizo acto de presencia. Pese a ello, las playas de la Isla recibieron la visita de muchos ciudadanos y turistas. Cala Millor, Porto Cristo, Port de Pollença, Palmanova, s'Arenal y Can Pastilla fueron algunas de las playas que se llenaron ayer. Había muchas personas tomando el sol o jugando en la arena, pero sólo algunos atrevidos se bañaron. Y es que a pesar de las altas temperaturas, el agua todavía está fría.
Los vecinos de la comarca del Llevant aprovecharon el día para dedicarse a múltiples actividades de ocio. En Manacor, el lunes, día de mercado, se notó que era festivo puesto que hubo mas gente que de costumbre. Incluso los trenes procedentes de Petra o Sineu venían mas llenos de lo habitual. En Porto Cristo hubo gran actividad en el paseo, en la salida de las golondrinas y sobre todo en las terrazas, donde se pudo ver a mucha gente degustando un helado o haciendo el aperitivo del mediodía. Muchos también aprovecharon para visitar las Cuevas del Drach.
Si en Inca el domingo es un día fantasma, ayer lo fue todavía más. Las calles se quedaron vacías. En cambio, en Palma, la gente que no aprovechó para ir a la playa porque quizás el tiempo no era perfecto, decidió comer una exquisita paella en una terraza y dar una vuelta por el Passeig Marítim.
R. D.