Como si de las Naciones Unidas se tratara, el colegio San Alfonso María de Ligorio de Palma es el centro escolar de la Isla que más alumnos extranjeros acoge. Un total de 230 alumnos, de 410 que tiene la escuela, de 26 nacionalidades distintas, forman esta comunidad escolar que se caracteriza por la combinación de culturas y de razas. Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Colombia, Cuba, Chile, China, Ecuador, Filipinas, Guinea, Honduras, Irlanda, Italia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Perú, Polonia, Reino Unido, República Dominicana, Rumanía, Ucrania, Uruguay y Venezuela son los países que están representados en el centro.
Marga Bibiloni, jefa de estudios del colegio, asegura que se trata de niños muy educados, no son déspotas ni agresivos y en su vocabulario siempre están presentes las palabras «gracias» y «lo siento». Además, reconoce que el período de integración es diferente dependiendo del carácter del alumno, la edad y del país del que proceda; así a los niños de países del Este les cuesta un poco más debido al idioma. El catalán es la cruz de todos ellos, aunque gracias a las clases de iniciación, los chavales toman pronto confianza con esta lengua.
Según Bibiloni, cuando estos niños comienzan lo importante no son las asignaturas, sino valorar la persona e intentar que se integre lo más rápido posible. El sistema de estudios consiste en valorar el nivel de cada uno de los niños y aplicar una adaptación curricular. Estos alumnos extranjeros enseñan a los niños autóctonos que el consumismo no es esencial en la vida y tampoco la competición ni el liderazgo. Por su parte, éstos enseñan a los inmigrantes el valor del respeto.
Samantha Coquillat
Fotos: Joan Torres