Alrededor de treinta estudiantes de primero de Filosofía de la Universitat de les Illes Balears se manifestaron ayer por la mañana en contra de la aplicación del European Credit Transfer Sistem (ECTS), un proyecto piloto del Espacio Europeo de Educación Superior que se ha implantado de forma experimental y que consideran «una chapuza». Los alumnos escenificaron la muerte y entierro del proyecto, que desde el pasado mes de febrero se aplica en los primeros cursos de las estudios de Filosofía, Filología Inglesa e Historia del Arte.
El problema, explicó uno de los manifestantes, «es que este proyecto se impuso por sorpresa, pues ni los profesores estaban avisados y que, aunque su filosofía no es mala, se ha pretendido implantar sin medios materiales ni humanos».
El ECTS se aplica en tres asignaturas troncales del curso «y su idea es que no se dependa tanto de una nota y sí más del trabajo diario, mediante las tutorías presenciales y el empleo de campus extens para obtener los temarios». Pero resulta, añadió el alumno, «que no hay suficientes profesores para las tutorías, ni nuestro edificio tiene aula de informática».