La artista residente en Sóller Betsy Zill congregó ayer en el hotel Aimia del Port de Sóller a un gran número de invitados, amigos de Sóller, Fornalutx i Deià, muchos de ellos artistas y amantes del arte en la inauguración de su exposición titulada La penúltima, en la que expone un buen número de obras de un marcado espíritu ecologista con el que la pintora, de 84 años, se identifica plenamente. Betsy Zill dice que su màximo interés es ahora «la defensa del mundo».
Entre los asistentes se encontraban los alcaldes de Sóller y Fornalutx, Carlos Simarro y Joan Albertí; el empresario Franz Kraus, el presidente del Grupo Serra, Pere A. Serra, la escultora Betty Gold, el escultor Honrath Juppes, la antropóloga y pintora Jackie Waldren y muchas otras personas relacionadas con este mundo: Tomàs Graves, Marianne Dillmann, Elna Ernest, Tony Barrero y los artistas sollerics Jaume Pinya i Antoni de Cúber, entre otros. Las propietarias del hotel Aimia, las hermanas Cati y Cristina Alcover, hicieron de anfitrionas. Betsy Zill parte hacia America después de vivir en Mallorca desde 1984. Igual que el título de su exposición, se resiste a hablar de despedida. «Nunca se sabe cuál será la última». dijo.
Lluc Garcia