La expedición mallorquina ya está en Lukla (2.200 m.), primera etapa del trecking de siete días que la llevará hasta el campamento base, a 5.400 metros de altura. «Jopela», «Oli» y los dos Tolos (Quetglas y Calafat) ya han superado el estrés de estos cuatro primeros días en Katmandú. Las últimas compras de material, las negociaciones con los sherpas de altura o las primeras discusiones sobre la estrategia de ataque de la cima habían llegado a generar momentos de alta tensión. Ahora son otras cosas las que preocupan. «Jopela» continúa preocupado por su dolor de espalda y las consecuencias que puede tener en los próximos días. Tolo Calafat sufre por los rigores del ascenso que empezará en diez días, mientras que Tolo Quetglas -más centrado en su forma física- se empieza a preparar ingiriendo hidratos de carbono en abundancia en forma de spaghetti. Mientras tanto, «Oli» intenta resolver los problemas mecánicos de su cámara fotográfica: parece ser que una hormiga ha provocado un cortocircuito que ha estropeado el obturador.
A pesar de los diversos tropiezos que se encuentran en el camino nuestros expedicionarios, el Everest está cada vez más cerca. Aunque todavía no es visible la peculiar silueta de «la Diosa de la Tierra» (Sagarmatha en nepalí o Txomolugma en tibetano) -una pirámide de hielo resplandeciente y roca oscura estriada-, en el ambiente ya se respira el aire del Khumbu. Este inmenso valle de 1.100 metros cuadrados que se extiende en el corazón del Himalaya constituye uno de los principales atractivos para el turismo de montaña de Nepal. Él será nuestro compañero en los próximos siete días de marcha hasta el campamento base. Decir que has llegado a la cima del Everest no es suficiente. Alguien acreditado tiene que certificar que has estado arriba del todo y que has tocado con un dedo el cielo. Esta persona es miss Elizabeth Hawley, toda un institución en Nepal y para los millares de alpinistas de todo el mundo que se acercan al país del Yeti. Ella y sólo ella es capaz de averiguar si has ido realmente allí donde dices que has ido.
Desde 1963, miss Hawley es la encargada de certificar cualquier ascención que se haga -en solitario o colectiva- a cualquiera de las cimas de la cordillera del Himalaya. «Normalmente, confío con lo que me dicen, sin embargo a veces detectas alguna contradicción que impide extender la certificación», afirmó. Y es que, aun no habiendo escalado nunca, a esta periodista americana no se le escapa nada: habla con los alpinistas, interroga a los sherpas y contrasta informaciones de las diferentes expediciones. Sin embargo, ella hace cierto el dicho «se coge antes a un mentiroso que a un cojo». La expedición mallorquina tendrá que pasar por las manos de miss Himalayan Database, nombre con el que se la conoce a raíz de la publicación de un libro en el que recoge los registros de las expediciones entre 1905 y 2003.El grupo visitó ayer el conjunto monumental de Patan en Kathmandú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Joan Carles Palos