«No es tan barato como creíamos y el sistema de venta es muy lento». Éste era el comentario generalizado, ayer por la mañana, en la Llonja del Peix de Palma en el primer día de venta directa de pescado al público en este recinto tras la ruptura de relaciones comerciales entre pescadores y «peixeters». De un total de más de mil kilos de pescado comercializados ayer en la Llonja del Peix, 570 se adjudicaron en la subasta de la madrugada y unos 250 se vendieron directamente al público entre las 9'30 y las 11 de la mañana. El resto siguió las vías de comercialización que Mallorca Mar, organización de pescadores que gestiona la subasta electrónica de la Llonja del Peix, ha puesto en marcha en los últimos días a raíz del conflicto con los «peixeters».
En la venta directa al público, se formaron colas en la entrada de la Llonja, pero sin llegar a grandes aglomeraciones. En riguroso orden de llegada, se permite el acceso, uno por uno, a los compradores particulares, quienes recorren las cajas de pescado expuestas acompañados por un empleado de la Llonja que les introduce en una bolsa el género solicitado. Finalizado este proceso y atendidas todas sus peticiones, el comprador paga. Por la tarde, también hubo venta directa al público.
El precio es un poco más barato que en los mercados, pero hay que hacer cola y el pescado se ofrece sin limpiar.