La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, acompañada por el deán de la Catedral, Joan Darder, realizó ayer una ofrenda floral en la tumba de Jaume III, último rey de Mallorca, con motivo del primer centenario de la llegada de los restos del monarca desde Valencia, donde reposaban desde su muerte en la batalla de Llucamajor, a la Catedral de Palma.
En su visita, Munar estuvo acompañada por diversos altos cargos del Consell, entre los que se encontraban la vicepresidenta del Consell, Dolça Mulet, y el director insular de Relacions Institucionals, Josep Lliteres. Antes de la ofrenda, Lliteres leyó un poema escrito por el poeta Llorenç River elaborado precisamente para conmemorar la llegada a la Isla de los restos del último rey mallorquín.
La ofrenda se realizó en la tumba de Jaume III, situada en la llamada capilla de la Trinitat o capilla Real, donde el rey reposa justo frente a la tumba de Jaume II. La capilla está presidida por una imagen de la Mare de Deu de la Seu, una magnífica talla tiene la particularidad de que además se empleó como sagrario.
Al terminar la ofrenda, la presidenta del Consell animó a todos los que viven en Mallorca, hayan nacido donde hayan nacido, que aprendan a conocer la historia, la cultura y las tradiciones de Mallorca, especialmente en unos momentos en los que la inmigración tiene efectos tan importantes. Munar aseguró que el objetivo es conseguir una sociedad que esté más cohesionada en el reconocimiento de sus símbolos, como la bandera, el himno a las tradiciones.
La presidenta añadió que, con su ofrenda, pretendía dar a conocer al último rey del Reino de Mallorca. Maria Antònia Munar no fue la única en rendir homenaje a Jaume III ya que, por la tarde, realizaron esta misma ofrenda un grupo de representantes de la ejecutiva de Unió Mallorquina. Las puertas de la Catedral permanecieron ayer abiertas de forma extraordinaria entre las 19.30 y las 21.000 para que los ciudadanos también pudieran rendir homenaje a Jaume III.