Los socialistas tienen que liderar el «cambio» y para «asegurar» el relevo «buscar votos en todas partes». Son palabras de un dirigente socialista que asistió el miércoles a la reunión de la ejecutiva en la que se dio el «pistoletazo de salida» a la campaña electoral para las elecciones autonómicas de 2007.
Durante la reunión se analizó un documento de estrategia para los próximos meses que incluye tanto consideraciones internas (mejorar las agrupaciones, potenciar otras, coordinación permanente con el Gobierno central) como externas. El PSIB, en los próximos meses, buscará votos tanto de izquierdas como de centro.
Ya en la rueda de prensa previa a la ejecutiva, el secretario general del PSIB, Francesc Antich, lanzó un guiño al electorado centrista que había votado al PP y que «ahora se siente engañado». Los socialistas piensan que el Gobierno central les puede allanar mucho camino. Por ejemplo, en relación al tema impositivo. Un dirigente socialista explicó que «el Govern del PP sube los impuestos pero luego monta una televisión autonómica y opta por pagar más por hospitales que podría financiarle Madrid», en alusión a la polémica de Son Espases.
La «ayuda» de Madrid
Además de los responsables de la ejecutiva, asistieron a la reunión
que presidió Antich, cargos de la Delegación del Gobierno (además
del propio delegado, Ramon Socías) y de la Administración
Periférica, lo que da idea de la relevancia que se da en el PSIB al
Gobierno central. «Confiamos en la ayuda del Gobierno central para
el cambio de 2007», dijo Antich.
La apuesta por Palma y trabajar en zonas turísticas y grandes núcleos de población serán las prioridades del PSIB. En las autonómicas de 2003, el PP se impuso en zonas turísticas que el PSIB pensaba que tenía seguras, como Calvià. El miércoles, se tomo el acuerdo de potenciar la agrupación de Calvià y, sobre todo, el grupo municipal socialista como alternativa al gobierno de coalición PP-UM. Según el análisis del PSIB, UM se irá desmarcando progresivamente del Partido Popular. Y no únicamente en Calvià.
Fuentes del partido han explicado que UM sabrá aprovechar las «ventajas» que permite el convenio de carreteras y otras inversiones directas de Madrid en materia cultural. Además, mostraron su convencimiento de que «si no quiere ser absorbida por el PP, como hizo Zaplana con Unió Valenciana», cada vez habrá más desmarques.