El pasado sábado, la Associació d'Amics dels Molins de Mallorca, que ya cuenta con 667 socios, celebró con una cena el 25 aniversario de la aprobación de sus estatutos. Asistieron a la misma 150 personas, entre ellas Jaume Font, conseller de Medi Ambient del Govern; la consellera d'Agricultura, Margalida Moner; el conseller de Medi Ambient del Consell, Miquel Àngel Borrás; el regidor de Cultura de Cort, Rogelio Araújo, y, en representación del aeropuerto, Mateo Cladera, además de representantes de los medios de comunicacion de la Isla, como Pere A. Serra, en nombre del Grup Serra, y Pere Comas, director de Ultima Hora.
A todos ellos, Bernat Rebassa, presidente saliente -«pues a mis 86 años ya va siendo hora de que tome otro el relevo», dijo-, y Matilde Mulet, nueva presidenta de la asociación, les hicieron entrega de una placa conmemorativa, y al mismo tiempo les agradeció lo mucho que habían hecho por el colectivo que deja de presidir, «pero que queda en muy buenas manos».
Rabassa, que tomó el relevo de la presidencia de manos de su hermano, Gabriel, reconoce que durante estos años que ha estado en el cargo, «habiendo recibido la Associació con muchas cosas buenas en su haber, se han ido haciendo otras muchas, a la vez que ha recibido premios importantes, como el Premio Europa de La Haya, Premio de la Fundación Fund de EEUU o el de América Express, dotado con 50.000 dólares, que destinamos a la reparación de los molinos de es Jonquet».
Sin menoscabar a ningún otro, Rebassa siente una especial predilección por los cinco molinos de es Jonquet, «más que nada porque son la ventana de Palma, de ahí que debamos cuidarlos y mejorarlos, e incluso recuperar los dos que desaparecieron», en lo cual deben comprometerse tanto la Conselleria de Medi Ambient como Cort.
Para Rebassa es una gran satisfacción dejar el cargo sabiendo que algunos molinos de extracción de agua de Campos se están reconvirtiendo para fabricar electricidad, «no mucha, pero suficiente para dos casas».
Pedro Prieto