El secretario de la Delegación del Gobierno en Balears, Ramón Morey, dio a conocer ayer que en las próximas semanas se incrementará la vigilancia policial nocturna en Son Gotleu. Morey recordó que el próximo lunes llegan a las Islas 90 policías nacionales, circunstancia que «permitirá una mayor presencia de agentes en las barriadas».
Morey fue una de las personas que acudió a la reunión que tuvo lugar ayer por la tarde en el Ajuntament de Palma para tratar sobre la situación en que se encuentra Son Gotleu en estos momentos.
Cabe recordar que el pasado 24 de febrero una veintena de personas acudió a la manifestación convocada por la Asociación de Vecinos Orson Welles de Son Gotleu, que, bajo los lemas «No a la inmigración descontrolada», «Contadores individuales, rehabilitación ya» y «Las autoridades son cómplices del éxodo de Son Gotleu», se desplazó desde dicha barriada hasta las sedes del Ajuntament, el Consell, la Delegación del Gobierno y el Govern.
La alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, se comprometió entonces con el presidente de la citada asociación, Ginés Quiñonero, a mantener un encuentro con representantes de otras instituciones para tratar sobre la situación en que se encuentra ahora Son Gotleu.
A la reunión de ayer asistieron, además de Cirer, Quiñonero y Morey, varios concejales del equipo de gobierno municipal, el delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías; el inspector de Servicios del Cuerpo Superior de Policía, Elicio Amez; el comisario jefe de la Unidad de Proximidad de la Policía Nacional, Bartomeu Campaner; el conseller de Interior i Funció Pública del Govern, el popular José María Rodríguez; y el presidente de s'Institut del Consell, Antoni Serra.
Tras la reunión, Quiñonero señaló que se habían debatido todos los asuntos que «en estos momentos preocupan a los vecinos», e hizo una valoración «muy positiva» del encuentro de ayer. Quiñonero reiteró la necesidad de poder contar con contadores individuales de agua en los edificios de la barriada, y también pidió un mayor control de los locutorios «para saber si cumplen con la normativa vigente» y una mayor presencia policial.