El president del Parlament, Pere Rotger, aseguró ayer en el acto para conmemorar el Estatut que las instituciones autonómicas «son la cara y ojos del Estado en Balears». «Nuestras instituciones son las más próximas y directas, aunque esta representación genuina y principal convive en pacífica presencia con otras administraciones que gestionan competencias en manos de la Administración central», planteó Rotger en presencia de las principales autoridades de Balears y más de un centenar de invitados. Al igual que hizo Matas en el discurso pronunciado en Maó, Rotger subrayó que Balears «es la comunidad más solidaria de toda España, los que más aportan y los que, en cambio, menos reciben». «Y no lo digo con espíritu reivindicativo sino con una voluntad de simple constación de la verdad. Ahora bien, es una simple evidencia que la solidaridad debe ser de ida y vuelta, en función de las necesidades de cada momento. No debe aplicarse en función de criterios de estrategia política de cada momento, sino, por encima de todo, debe guiarse por razones de orden práctica», planteó el presidente de la Cámara autonómica.
Para Rotger, es indispensable que los mecanismos del Estado garanticen un justo reparto entre comunidades y agregó que «si la fuente se agota en su origen, los rios solidarios se extinguen». «Desde la perspectiva que tenemos como región netamente solidaria, no podemos asumir el riesgo de que se perpetúe una solidaridad pasiva», reivindicó el presidente del Parlament. En este sentido, Rotger advirtió que «la solidaridad no debe ser una excusa para eternizar la demanda de más y más dinero». Rotger también aprovechó el discurso institucional para destacar el papel del Estatut, su desarrollo el incremento de las competencias que ha asumido la Comunitat Autònoma. Para Rotger, el traspaso de algunas competencias a las instituciones autonómicas supone «la rapidez en la prestación de los servicios, el ahorro de costes y la efectividad en su ejercicio». El presidente del Parlament aprovechó la ocasión para resaltar las carencias que sufre Balears en materia de infraestructuras. «El punto de partida era de auténtico tercer mundo y los ciudadanos de las Islas estaban en inferioridad de condiciones con el resto de comunidades continentales», denunció.
Durante su discurso, y como ya es habitual durante los últimos años, el presidente del Parlament aseguró que la gran asignatura pendiente es la creación de la Sindicatura de Greuges, que no se ha concretado «por la falta de acuerdo político», tal y como reconoció el propio Rotger. En relación a la reforma del Estatut que ha comenzado a tramitar el Parlament, Rotger planteó que la revisión de las normas «es un mecanismo para que no queden estancadas y que las adapten a los cambios que se producen en una sociedad democrática». «Las reformas deben hacerse con criterios de Estado», pidió Rotger.