La respuesta del departamento que dirige Pedro Solbes podría producirse en las próximas semanas y será determinante para las cuentas del Govern. Sin la autorización del Ministerio de Economía, el Ejecutivo no podrá ejecutar muchas de las inversiones previstas en los presupuestos de este ejercicio. «No contemplamos la posibilidad de que el Ministerio de Economía no nos autorice a aumentar la deuda; el vicepresidente del Gobierno nos dijo en una reunión del Consejo de Política Fiscal que no habría problemas», declaró Lluís Ramis de Ayreflor a este periódico. El titular d'Economia espera que en las próximas semanas el Gobierno central comunique la autorización al incremento de la deuda del Govern.
En la documentación remitida a Madrid, la Conselleria d'Economia sostiene que en tres años podrá equilibrar el déficit que se produzca debido al incremento de la deuda previsto para este año. En concreto, el Govern espera recibir más financiación estatal y, por lo tanto, equilibrar su futuros presupuestos.
Lluís Ramis de Ayreflor ya anunció que su departamento tenía un mes de plazo para presentar ante el Consejo de Política Fiscal el plan de saneamiento a corto plazo, aunque rechazó que las cuentas del próximo ejercicio pudiesen incumplir la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Ramis de Ayreflor detalló que el Govern podría asumir una deuda de hasta 500 millones, pero recalcó que el objetivo en un futuro es «volver a la senda del equilibrio presupuestario en un plazo de tres años».
«Somos la comunidad autónoma peor tratada por el Gobierno central y hemos tenido que recurrir al endeudamiento para poder hacer las inversiones que necesita Balears; no hemos tenido otra opción», dijo Ramis de Ayreflor, quien añadió que Pedro Solbes se comprometió a autorizar la deuda prevista en los presupuestos del Govern del actual ejercicio.
Entre otros argumentos, el Govern ha alegado que necesita dinero para ejecutar inversiones pendientes en Baleares «con valentía», como aseguró Ramis de Ayreflor el día de la presentación de los presupuestos. «Con estos presupuestos intentamos afrontar los principales problemas de una economía débil», alegó Ramis. De los 362'27 millones de deuda, 42'27 millones corresponden a créditos que se renegociarán.
La postura de la oposición. Los socialistas sostienen que la deuda real aprobada por el Parlament asciende a 600 millones, y no a 362 millones. El PSOE advirtió en debate parlamentario que debía anotarse como deuda la prevista en los presupuestos de las empresas públicas.