Una veintena de ciudadanos pertenecientes a la asociación de vecinos Orson Welles de Son Gotleu se manifestaron ayer por las calles de Palma para solicitar a las autoridades un mayor control de la inmigración, que a su juicio ha generado el éxodo de más de la mitad de los vecinos del barrio en los últimos cuatro años. También reclaman la instalación de contadores de agua individuales en las fincas de la zona.
Los vecinos, que estiman una población de 3.500 inmigrantes en el barrio, denuncian la degradación y creciente inseguridad en Son Gotleu, que atribuyen a la concentración de mafias de la droga y de buena parte del colectivo de prostitutas que ejercen en Palma. Bajo los lemas «NO a la inmigración descontrolada», «Contadores individuales, rehabilitación YA» y «Las autoridades son cómplices del éxodo de Son Gotleu», la vecinos se desplazaron al Ajuntament, Consell, Delegación del Gobierno y Govern, instituciones a las que acusan de discriminar al barrio y de no buscar soluciones.
El presidente de los vecinos, Ginés Quiñonero, se reunió brevemente con la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, tras irrumpir gritando en el consistorio, donde se celebraba un pleno. Cirer se comprometió en convocar una reunión entre los vecinos y representantes de Ajuntament, Consell y Govern para tratar en profundidad los problemas de esta barriada, aunque indicó que algunas de las prioridades de los vecinos no coinciden con las del consistorio.