La Direcció General de Joventut de la Conselleria de Presidència ha elaborado una propuesta de Decreto por el que se regulan las actividades de tiempo libre infantiles y juveniles que desautoriza a los maestros o profesores para hacerse cargo de las iniciativas de este tipo que se celebren en los colegios, tales como escuelas de verano o clubs d'esplai, que sólo podrán estar en manos de monitores de tiempo libre.
La patronal de los centros religiosos, Escola Catòlica de Balears, denunció ayer esta novedad, que estará en vigor el próximo verano, por considerarla un «despropósito» que «ha escandalizado y puesto en pie de guerra a los directores de los centros que se han enterado de su existencia», afirmó el asesor legal, Marc González.
«Es un menoscabo de las competencias de los docentes que se considere que una persona con un diploma de monitor, que no es un título académico, está más preparada para realizar actividades formativas con menores que un maestro o un profesor y creemos que la UIB tendrá algo que decir».
El letrado sospechó «presiones detrás de esta modificación por parte de sindicatos o las personas que han ido acaparando los cursos de monitores d'esplai». González aseveró que «exigimos que se excluya del cumplimiento del decreto las actividades realizadas en colegios, así como a los titulados de tener que obtener el diploma de monitor».
En respuesta, el director general de Joventut, Juan Manuel Gómez, explicó que «el decreto no endurece el actual, de 1990, sino que da respuesta a una necesidad de mayor calidad (evitar masificaciones) y seguridad en estas actividades».
Según dijo «una persona puede ser muy buen docente pero no un buen dinamizador juvenil». Así, las escuelas de verano deberán contar con un monitor por cada diez alumnos y un director de tiempo libre por cada 30. El decreto, aseguró, no afecta a las academias.