El desalojo de tres personas que hasta ahora vivían en dos chabolas ubicadas en el interior de los terrenos donde se están llevando a cabo las futuras obras del Parc de sa Riera provocó una nueva polémica entre el equipo de gobierno de Cort, que preside la popular Catalina Cirer, y los portavoces del PSOE y de EU-EV, Antoni Roig y Eberhard Grosske. Los dos portavoces, que estuvieron presentes cuando la Policía Local invitó a Juan Pedro Berrío, Juan Carlos Navarro y Silvia Franco a abandonar las chabolas, acusaron al PP de actuar «sin la más mínima sensibilidad social». Los dos hombres aceptaron pasar la noche en Ca l'Ardiaca y la mujer en Sa Placeta tras haber mantenido una charla con el gerente de Urbanisme, Juan José Ferrando, y dos trabajadores sociales.
Los tres afectados por el desalojo, que están enfermos y carecen de trabajo, criticaron «la falta de apoyo» del Consistorio. En otras chabolas próximas estuvieron viviendo hasta hace poco unas 20 personas, de nacionalidad rumana en su mayoría, que abandonaron de forma voluntaria la zona. Roig y Grosske recordaron que el 11 de febrero solicitaron a Cirer una reunión urgente para pedirle que las personas que serán desalojadas de diversas casas de la calle Sínia den Gil y de la antigua fábrica de Zuic «tengan una salida lo más favorable posible a su dignidad y a sus posibilidades de inserción social normalizada». El portavoz del PSM en Cort, Pere Muñoz, dijo que compartía el análisis del PSOE y EU-EV, pero no su actuación de ayer. Muñoz dijo que es necesario que problemáticas de este tipo se solucionen con diálogo. «No me parece bien que haya políticos que quieran salir en una foto con una persona marginada sólo para conseguir una rentabilidad mediática», dijo.
Por su parte, el teniente de alcalde de Urbanisme, el popular Javier Rodrigo de Santos, indicó que ayer no había habido un «desalojo» en sentido estricto y que se había seguido el protocolo legalmente establecido, ya que las tres personas habrían entrado en las chabolas cuando los terrenos ya eran de titularidad municipal. Además, reiteró que en este caso y en el de otras personas a punto de ser desalojadas hay un seguimiento de cada afectado por parte de Serveis Socials, que dirige la popular Margalida Ferrando, para quien tuvo palabras de elogio. «Siento tristeza porque el PSOE y EU-EV han hecho demagogia y jugado con la sensibilidad y las esperanzas de estas personas», concluyó.