UGT y CC OO van, oficialmente, de la mano ante el referéndum de la Constitución Europea que se celebra el próximo sábado. Los dos sindicatos apelan a un acuerdo estatal favorable al «sí». Sin embargo, según ha constadado este periódico en conversaciones con sus dirigentes regionales (Lorenzo Bravo, de UGT y José Benedicto, de CC OO), las dos centrales sindicales tienen divergencias sobre la estrategia a seguir.
Ayer mismo, el secretario general de UGT-Balears, Lorenzo Bravo, convocó una rueda de prensa en la que reclamó «el voto favorable de los trabajadores» a la vez que criticó la «cortedad de miras» de «algunos partidos de izquierda» que han optado por el «no». Bravo precisó que «no nos llama la atención que la extrema derecha rechace la nueva Constitución, pero sí que se opongan los partidos progresistas y de izquierdas».
El lunes, durante el acto central de la campaña de Izquierda Unida en Palma, Gaspar Llamazares presentó el «no» como «la opción de los progresistas». Bravo admitió que el sindicato no comparte todos los elementos que incluye la Constitución y echó en falta iniciativas como el establecimiento de una política fiscal común, pero consideró que los aspectos positivos superan a los negativos y que, en cualquier caso, supone «un avance importantísimo».