Hace ahora cien años, en 1904, Francia aprobó una ley que obligaba a cerrar todos los colegios pertenecientes a instituciones religiosas. Ese fue el detonante de la aparición del colegio La Salle en Palma. La Comunidad de las Escuelas Cristianas había nacido doscientos años antes, fundada por San Juan Bautista de La Salle, con la misión de educar cristianamente a los niños y por aquel año ya contaba en el país vecino con mil escuelas.
En ese momento crítico, los religiosos de esta comunidad optan por dos caminos: unos deciden secularizarse y permanecer en sus escuelas y otros se inclinan por salir al extranjero y extender la red de centros por 30 países, entre ellos España. Los hermanos de Avignon entran en Mallorca en 1904 y sólo cuatro meses después de llegar, en octubre de 1904, y con la ayuda de dos hermanos catalanes inauguran el primer colegio de La Salle, en la calle Concepció, con 18 alumnos. En 1941 se marcha el último de los religiosos franceses de la Isla y los hermanos mallorquines toman el relevo.
Toda esta historia y sus principales protagonistas están presentes en la exposición que, bajo el título, «1000 años de La Salle en Balears (1904-2004), permanecerá desde hoy y hasta el 25 de febrero en el Casal Balaguer. Así lo informó ayer el director actual del colegio La Salle de Palma, Pascual Muñoz, que presentó la muestra junto a su comisario, Ramón Palacios; el director de Gestión Comercial de Educación de Sa Nostra (patrocinadora) Miquel Pascual, y el coordinador del Àrea de Cultura de Cort, Joan Carles Gomis.