El sacerdote Jesús Esteibarlanda (Getxo, 1937), provincial de los Padres Blancos cuestionó en Palma la «eficacia» del uso del preservativo para detener el sida en los países africanos. El religioso participó ayer con su testimonio en la 46 Campaña contra el Hambre de Manos Unidas, una ONG con la que ha compartido trabajo y experiencias durante los 35 años que ha pasado como misionero en Malawi.
Reconoció que en misiones «se insiste a la población en el respeto a los valores de la abstinencia y la fidelidad y sólo luego -remarcó- a los que no pueden cumplir se les pide que por lo menos se protejan y protejan a los demás con el preservativo». No obstante, el sacerdote añadió que «dudo de que se emplee como parece que hay que emplearlo». Y como ejemplo apuntó que en Malawi sólo un 5% de la población tiene electricidad, lo que permite tener una nevera donde conservar en buenas condiciones un condón. «Con lo que me pregunto si en vez de reducir el sida, casi no lo favorece», lamentó.
El religioso reside desde el año pasado en Castellón, donde mantiene un centro de asistencia para inmigrantes subsaharianos y ante este fenómeno apuntó una doble realidad: «es un enriquecimiento para nosotros y el desangre de Africa, porque son miles los que se quedan en el camino y porque los que vienen son la gente con más iniciativa, que en su mayoría habla inglés o francés, lo que significa que han llegado a la escuela secundaria, lo cual es un privilegio».