El Carnaval ya está. Ayer, víspera del jueves lardero, uno de los centros que dio el pistoletazo en Palma fue el Sagrat Cor. Hoy, lo más probable es que el día, o parte de él, se convierta en una fiesta. Los chavales de este colegio, que tanto se organizan una excursión a Bruselas a conocer la capital de Europa y su Parlamento, como te hacen una colecta a beneficio de los damnificados del tsunami del sudeste asiático -recaudaron en tres días 5.530 euros que entregaron a cuatro ONG, Médicos Mundi, Creu Roja, Intermón y Fundacio Vicenç Ferrer-, con la colaboración de sus profesores y personal no docente del centro, se montaron ayer por la tarde un carnaval de película. Y nunca mejor dicho, porque se inspiró en siete películas de Disney. Y es que como bien nos contaba el director, a los niños hay que motivarlos y despertartles el interés, incluso en el Carnaval. ¿Y qué mejor que hacerlo a través del cine, y encima cine próximo a ellos, cine de películas animadas?
Porque, hay que decir antes que nada, que este Carnaval fue pensado para que lo disfrutaran los más pequeños del centro, alumnos de 3, 4 y 5 años, que como hemos dicho contaron con la colaboración de sus profesores, además de algunos alumnos de ESO (las hadas del Mago, por ejemplo) y personal no docente.
La fiesta tuvo lugar en el patio, con muchos padres, casi todos con digital en ristre, como espectadores. Dirigida por el Mago Merlin y sus corte de hadas, fue, como no podía ser de otro modo, una rueta de lo más colorida, puesto que los críos iban, desfilaban, mejor, vestidos de los personajes de Peter Pan, Pinocho, Hermano Oso, Libro de la Selva, Harry Potter, 101 dálmatas, Buscando a Nemo, El zorro y Los invisibles, disfraces, además, hechos en el cole, con la ayuda de los profesores, y confeccionados con bolsas de plástico de colores, a mano, porque incluso en lo del traje hay que echar imaginación. Ni que decir tiene que la fiesta fue un éxito.
Pedro Prieto