El frío y la lluvia deslucieron la VIII Trobada de Gegants, uno de los actos que ponía punto y final a las fiestas de Sant Sebastià, organizada por el área de Participació Ciutadana.
En la Plaça de la Reina se concentraron las colles de Gegants de Calvià, Sant Andreu de la Barca, Sant Celoni (Barcelona), Inca, Llucmajor, Manacor, Marratxí, Muro, son Sardina, Abarán (Murcia) y Geganters de la Sala de Palma, acompañados por la Escola Municipal de Xeremiers, Flabiol i Tamborí, cuyos componentes vistieron impecable atuendo de invierno y animaron con sus sones durante todo el recorrido, que estuvo coordinado por el Grup Güell.
Faltaron a la cita los anunciados gegants de Capdepera, Alaró y Consell de Mallorca.
Apenas se dio esus desde el Passeig del Born empezó a llover, impidiendo la parada en el Teatre Principal para el «avituallamiento» de hierbas dulces y pastas, para luego cesar de forma que la comitiva pudo discurrir por la Rambla, Oms, Sant Miquel, Plaça Major, Colom y Cort.
Apenas llegaron las colles al Ajuntament para realizar los bailes empezó a llover de nuevo. Allí esperaban la alcaldesa, Catalina Cirer, y la concejala María José Frau y otros miembros de la Corporación para darles la bienvenida. Sólo pudieron interpretar un breve baile los gegants de Calvià y Sant Celoni, ya que todos tuvieron que pasar rápidamente a resguardarse en el interior del zaguán de Cort.
Los gigantes participantes de mayor estatura -entre ellos los de Muro, Sant Celoni, Inca- medían entre 4 y 4 metros y medio, y el peso aproximado de casi todos los participantes en el encuentro de ayer se calculaba entre los 35 y los 40 kilos.