Centenares de ciudadanos se examinaron ayer de las pruebas orales de catalán del nivel C entre quejas por la organización de los exámenes. Concretamente, ayer, estaban convocados 1.300 aspirantes a obtener el certificado que acredita los conocimientos medios orales y escritos en catalán. De éstos se presentaron 234 en Menorca y en las Pitiüses -aproxidamente un 90 por ciento de los que tenían derecho a acudir a la prueba-. Por lo que hace referencia a Mallorca, ayer todavía no se contaban con los datos definitivos de presentados porque había una «gran afluencia». De hecho, el tribunal del certificado C necesitó que cada colaborador examinara a 21 inscritos.
Se pudo constatar cierto malestar entre los examinados porque las pruebas orales no se realizaron el mismo día que las escritas, que tuvieron lugar el día 23 de enero. Uno de los inscritos en las pruebas aceptaba el sistema, pero lamentaba no haber conocido la nota del examen escrito antes de la prueba oral. Otros se quejaban de no estar en la lista de examinados a pesar de haber hecho la prueba escrita de nivel C. Otras quejas hacían referencia a que sólo habían sido avisados del lugar y la fecha del examen con cuatro días de antelación -el pasado miércoles- y que la fecha coincidía con unas oposiciones que realizaban ayer al Govern.
También hay que tener en cuenta que, según explicaron algunos examinadores, hay inscritos que han tenido que venir desde la Comunitat Valenciana y Catalunya para acudir a las pruebas, y se han tenido que quedar una semana o desplazarse dos veces en siete días. Hasta enero de 2004, los exámenes orales y escritos se hacían el mismo día, entre otras razones porque había colaboradores suficientes para evitar que los examinados tuvieran que dedicar dos mañanas. A causa de la equiparación de los conocimientos de catalán de los alumnos de cuarto de ESO con el nivel C, los examinadores de estos certificados propusieron un aprobado general argumentando que «cualquier aspirante tiene más conocimientos que un alumno de cuarto de ESO».