La comunidad judía de Palma realizó ayer en la sinagoga de la calle Monseñor Palmer un acto religioso para recordar a las víctimas de Auschwitz.
El rabino Shaul Friberg afirmó: «El 27 de enero es un día de tristeza por los millones de personas que murieron, pero también de esperanza para el pueblo judío, ya que daba comienzo a una nueva época. Nunca debe repetirse un acto tan atroz como el de los campos de concentración».
Los allí presentes rezaron oraciones como «Hashaba» o «Male Rajamin» para recordar a los millones de víctimas de los campos de exterminio. Elevaron plegarias, asimismo, «por nuestros hermanos y hermanas que fueron exterminados por su condición de judíos y de agradecimiento a Dios por la liberación de nuestro pueblo y la preservación del judaísmo», dijo el vicepresidente de la comunidad judía en Balears, Abraham Barchilon. La ceremonia empezó con el encendido de velas para recordar a millones de personas que murieron en las cámaras de gas y los crematorios de Auschwitz-Birkenau, y continuó con la lectura de un memorándum y el oficio religioso. Barchilon, y el presidente de la comunidad judía en Balears, Jacques Stern, instaron a que nadie borre la historia de Auschwitz de su conciencia.